jueves, 28 de junio de 2007

Sentidos Condenados


http://www.youtube.com/watch?v=QxUDPEA9bpM



En la hominidación hubo que renunciar al olfateo y al gusto, abandonar la nariz y la boca, en provecho de la visión y el oído, sentidos que magnifican el distanciamiento. Ya no se huele, ya no se saborea; se oye y se ve.


miércoles, 27 de junio de 2007

III - Vias de acceso a los genitales - epitafio para Noé

"(...) El diluvio, historia conocida....Todo pereció, fuera de Noé, su familia y su zoológico portátil.
(...) queriendo celebrar su reencuentro con la tierra, tras la ingestión de agua y como para significar mejor su legítima hidrofobia, Noé inventa el vino, cosa en la cual Dios, en su infinita seriedad, en su perpetua incapacidad para regocijarse, no había pensado. Así pues, a no olvidarlo: el agua es una creación divina, el vino, un regalo del hombre.
uno tiene las idea que puede. No lejos de los restos del yate testamentario, sobre el monte Lubar (estas cosas se inventan), Noé plantó sus cepas, ¿cuáles fueron?"
extracto de "La razon del gourmet" de M.Onfray

HUNDERTWASSER y sus 5 pieles



1era Piel: Epidermis

La primera piel es más que la zona membranosa más cercana al YO interior. El hombre encierra sus vivencias en el alma y con ella acarrea el trayecto en el tiempo de su existencia.
Hundertwasser decide aceptar esa su primera piel: “Como hijo único, me sentía responsable hacia los demás, quería demostrarles que sabía pensar, actuar, ser… mejor”. Al aceptar esos defectos, esa primera piel, aprende a aceptarse a sí mismo. Así llega a su principal descubrimiento: El camino a la felicidad en la belleza, en el mundo de lo orgánico y de lo elemental.

2da piel: La Ropa

Como segunda piel, la ropa abre y cierra puertas. La moda, la tendencia, lo último, lo original, lo distintivo, la marca......uniformes que nos discriminan y nos alejan del reflejo del alma. El cascaron que la ropa nos pone puede ser defenestrado o envidiado, pero por ahi pasa por la elección que hacemos.
La ropa sin planchar, a rayas en todas direcciones. Viejas. Gastadas. Usadas.
¿Esta piel de qué nos proteje? ¿De que nos aisla?

3er piel: La Casa


El derecho a la ventana (fragmentos de diversos discursos): Algunas personas dicen que las casas consisten en paredes. Yo digo que las casas consisten en ventanas. El que vive en una casa debe tener derecho a asomarse a su ventana y a diseñar como le apetezca todo el trozo de muro exterior que pueda alcanzar con el brazo. Así será evidente para todo el mundo desde la lejanía, que allí vive una persona. Cualquier clase de diseño personal es mejor que la estéril muerte. Nuestras casas están enfermas desde que existen planificadores urbanos dogmáticos y arquitectos de ideas fijas. Todas estas casas, que tenemos que soportar por miles, son insensibles, carecen de emoción, son dictatoriales, crueles, agresivas, lisas, estériles, austeras, frías y prosaicas, anónimas y vacías hasta el aburrimiento. Nuestras ciudades son la realización de los caprichos dementes de arquitectos criminales que nunca hicieron el juramento hipocrático de la arquitectura: me niego a construir casas que puedan dañar a la naturaleza y a las personas. Un buen edificio debe lograr unir dos cosas: La armonía con la naturaleza y la armonía con la creación humana individual. Somos simples huéspedes de la naturaleza y deberíamos comportarnos consecuentemente. La naturaleza debe crecer libremente donde cae la lluvia y la nieve; lo que está blanco en invierno, debe ser verde en verano. Todo lo que se extiende en horizontal bajo el cielo, pertenece a la naturaleza. En las carreteras y los tejados deben plantearse árboles. La relación entre el hombre y el árbol tiene que adquirir proporciones religiosas. Así, la gente entenderá por fin la frase: la línea recta es atea.

4ta piel: El entorno social y la identidad

Para Hundertwasser la identidad no estaba conformada sólo por quien somos sino de quienes nos rodeamos, siendo la familia y los amigos el círculo menor ampliándose hacia la vecindad, la región y el país.
Para mi la identidad es la suma de esas cosas pasadas por el tamiz de la percepción individual.